jueves, 26 de diciembre de 2013

#ISO 26000 la norma que la #RSE no ha sabido leer



Han transcurrido tres años desde que la ISO aprobó y publicó la norma ISO 26000 de  responsabilidad social.  Tuve la fortuna de haber participado durante los ocho años que duro su estudio,  tanto como moderadora de los países en desarrollo como representante del grupo industria de los países en desarrollo ante el CAG (Comité asesor a la presidencia del grupo).
Durante ese tiempo pude compartir muchas experiencias enriquecedoras  y fue mucho lo que aprendí de las diversas culturas,  costumbres y sobre todo del comportamiento humano y de las sociedades que conforman nuestro universo, muchas de las cuales no comparto, pero que me permitieron conocer las distintas realidades.
Uno de los temas que más me apasionó y me impacto fue el tema de los derechos humanos, primero por lo novedoso para mi, digo novedoso porque a pesar de escucharlo durante muchos años, (recordemos que el 10 de diciembre se celebraron  65 años de la Declaración Universal de los derechos humanos), pensaba que era un tema que solo le afectaba a los gobiernos y lo veía como algo muy lejos de las personas.  Pero no, a través del compartir aprendí que es un tema de todos y que definitivamente está muy relacionado con las prácticas  laborales y por supuesto con las empresas, sin que nosotros escapemos de estas realidades.

Esta reflexión me hizo recordar un artículo que escribí en el año 2010 el día de los trabajadores http://blogforoiberoamericanors.blogspot.com/2010/05/una-vision-de-rse-de-la-calidad-del.html, en el cual señalaba las inquietudes que siempre había tenido con respecto a los trabajadores, pero que en ese entonces no las asociaba con los derechos humanos.
Otro aspecto que me impacto es lo difícil que fue ( y yo diría que es) lograr un consenso en la definición de la responsabilidad social, poner de acuerdo a 450 personas de diferentes grupos de interés ( gobiernos, consumidores, industria,  ONG, consultores, organismos nacionales de normalización, trabajadores, universidades, investigadores, etc.) sumado a que cada uno de estos grupos estaban formados por personas de diferentes nacionalidades, regiones, continentes, con diferentes culturas, profesiones, costumbres,  y por ende diferentes sociedades.

En mi artículo de noviembre de 2012, publicado en el Diario Responsable (http://www.diarioresponsable.com/portada/destacados/16079-lo-bueno-lo-malo-y-lo-feo-de-la-iso-26000.html) yo mencionaba que “Esta Norma, definitivamente ha tenido una contribución muy importante a la responsabilidad Social y sobre todo ha contribuido en gran manera al entendimiento real de lo que significa para una organización ser “socialmente responsable” . Hoy  día tengo mis dudas al respecto de esto último.
Si bien es cierto que  la Norma en cierta forma, ha contribuido a la responsabilidad social, y ha significado un logro enorme en materia de responsabilidad, definitivamente su adopción y aplicación no ha sido del todo uniforme  y no ha tenido los resultados esperados,  a pesar de ser una de las normas más populares y más vendidas por la ISO.  

¿Cuál es la razón para esto?

David Felinsky, (Vice-Presidente de IFAN (Federación Internacional de usuarios de Normas), menciona en el prólogo del libro La Guía fácil  para la ISO 26000 (The Easy Guide to ISO 26000), próximamente en español,  que “No cabe duda de que uno de los factores que contribuyen a este tema es la complejidad - tanto desde el punto de vista del alcance del documento (tal vez tratando de ser muchas cosas para muchas audiencias diferentes), además del tema en sí mismo.  Si usted le preguntara a 10 o 100 o 1000 personas diferentes que explicaran su interpretación del concepto de "responsabilidad social", lo más probable es que obtendría 10, 100 o 1.000 interpretaciones diferentes.”.

Por otra parte, el hecho de no ser certificable, (cabe señalar que una norma de carácter certificable solo agravaría la situación aquí  planteada como ya lo he mencionado en artículos anteriores)[1], ha disminuido el interés por parte de muchos de los usuarios, quienes erróneamente consideran que una certificación aumentaría su prestigio creando la imagen de empresa “socialmente responsable” muy a pesar de lo suscrito por la misma ISO:

"Es claro como el cristal. No existe certificación alguna con la norma ISO 26000 Guía de responsabilidad social "[2], y afirma  en la misma:
"ISO refuerza la posición [anterior], declarando:
o   La norma ISO 26000 tiene el propósito de reforzar,  a nivel mundial,  la responsabilidad social, la sostenibilidad y el comportamiento ético en todo tipo de organizaciones.
o   No habrá ninguna certificación acreditada con la norma ISO 26000,  ya que esto es contrario al propósito y el espíritu de la norma.
o   Cualquier declaración de certificación con la norma ISO 26000  es engañosa y no es una demostración de la conformidad con la norma ISO 26000.
o   Los miembros de la ISO reportarán cualquier organización que provea la  certificación con la norma ISO 26000 a la Secretaría Central de la ISO”.

En la reunión realizada en Ginebra en noviembre de 2012, para evaluar la evolución en el uso y aplicación de la Norma, se presentó una encuesta realizada por el Grupo de Post Publicación (PPO)  y enviada por la Secretaria de la ISO entre sus países miembros, en la cual hasta esa fecha, 64 países habían adoptado la Norma sin cambios, mientras que 17 estaban en proceso de adoptarla.
Según Jorge Cajazeira Ex presidente del Grupo de trabajo, unas 10.000 empresas en el mundo estaban aplicando la norma.
Entonces yo me pregunto…si la Norma ISO 26000 ha tenido tanta aceptación en el mundo (recordemos que contiene aproximadamente 480 recomendaciones en 113 páginas) en las cuales,  el tema de los derechos humanos, además de ser una materia fundamental,  por su principio fundamental de ser indivisible e interdependiente, cruza tangencialmente todo las materias y prácticas fundamentales de la responsabilidad social, ¿por qué surgen tantas situaciones en el mundo que representan una flagrante violación a los derechos humanos incluyendo los derechos del trabajador?
Ejemplo de lo que digo anteriormente son las situaciones de riesgo para los derechos humanos (6.3.4 de la ISO 26000) que han causado un sin número de accidentes, entre los cuales podemos destacar por su magnitud, el derrumbe de la fábrica textil de  Bangladesh (mayo 2013), los incendios en las fábricas de textiles tanto en la India como en Bangladesh (noviembre 2013), este último según el Instituto tecnológico del fuego, debido a instalaciones eléctricas defectuosas y dispositivos de seguridad insuficientes, http://www.itfuego.com/incendios%20notas/inc%20bangladesh%20125%20muertos.html
Otra nota sobre esta situación es publicada en Huffingtonpost  con el título: Walmart: 10 Bangladesh Factories Fail Safety Checks (10 fabricas de Bangladesh fallan los chequeos de seguridad) http//www.huffingtonpost.com/2013/11/18/walmart-bangladesh-saftey-issues_n_4295272.html?ncid=edlinkusaolp00000003.
Y otro tema que me ocupa enormemente es que en aras de obtener consenso, en la ISO 26000 se dejo el término “las relaciones personales” en vez de decir claramente orientación sexual en el asunto  6 (6.3.7) discriminación y grupos vulnerables y más cuando leo que actualmente y según informe de ILGA[3], la Asociación Internacional de lesbianas, gays, transexuales y personas intersex, a nivel global al menos 78 países tienen leyes que criminalizan las relaciones consensuales del mimo sexo entre adultos, con castigos  que van desde latigazos en Irán*, prisión en Argelia y cadena perpetua en Bangladesh hasta la pena capital en Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán y Yemen.

Sin embargo, en estos países o en su mayoría violan permanentemente,  y en algunos hasta por ley o creencias religiosas, los derechos de la mujer inclusive permitiendo la violencia hacia la mujer y los matrimonios con niñas. [¿Dónde queda el principio Respeto a los derechos humanos (4.8) y el principio Respeto a la normativa internacional de comportamiento (4.7) contenido en la Norma?][4].

En la India (país que por cierto se opuso a la aprobación de la ISO 26000, al igual que Cuba,  Libia, Luxemburgo y USA),  la Corte Suprema  acaba de promulgar una ley, para ser más exacta el 05 de diciembre, en la cual se prohíben las relaciones homosexuales  y se castigan con una pena de hasta 10 años de cárcel.  En la misma tónica de “respeto por los derechos humanos”,  Uganda adopta el 20 de diciembre de este año una ley “draconiana” contra la homosexualidad en la cual se castiga con cadena perpetua, http://www.eluniversal.com/internacional/131220/uganda-adopta-una-ley-draconiana-contra-la-homosexualidad

Y para cerrar con broche de oro, entre los países recientemente elegidos como miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a pesar de las polémicas suscitadas por el record de violaciones de los derechos humanos,  están Arabia Saudita, China, Cuba, Rusia, Argelia, y Vietnam.

Todos estos acontecimientos me llevan a hacer una serie de preguntas:

¿Qué pasa con la declaración universal de derechos? ¿Quién la respeta y a donde se respeta?

 ¿Es que los derechos humanos son diferentes para los países occidentales que los orientales?

¿Es que las prácticas laborales y los derechos de los trabajadores son para las empresas cuando operan en  países desarrollados y no en los países en desarrollo y especialmente países pobres?

¿Es que la responsabilidad social escapa de los gobiernos?  

Si bien es cierto, y así lo expresa la ISO 26000 en su texto, que todas las materias fundamentales son pertinentes pero no todos los asuntos son relevantes, declarando expresamente:

Esta Norma Internacional pretende ser de utilidad para todo tipo de organizaciones del sector privado, público y sin fines de lucro, con independencia de que sean grandes o pequeñas y estén operando en países desarrollados o en países en desarrollo. Aunque no todas las partes de esta Norma Internacional se utilizarán de igual manera por todos los tipos de organizaciones, todas las materias fundamentales son pertinentes para todas las organizaciones. Todas las materias fundamentales comprenden varios asuntos y es responsabilidad individual de cada organización identificar qué asuntos resultan pertinentes e importantes para ser abordados por la organización, a través de sus propias consideraciones y del diálogo con las partes interesadas”

Para mí, el tema de derechos humanos por ser inherentes, inalienables, universales,

indivisibles e interdependientes, tienen que ser respetados por todo tipo de organización esté donde esté ubicada, incluyendo principalmente los organismos del estado.

Mientras que algunos tratan de  “descubrir la rueda” con temas como valor compartido, ESG (ambiente, social y gobernanza), empresa social,  etc. es lamentablemente que después del esfuerzo titánico y la inversión millonaria, que hizo la ISO para desarrollar la Norma ISO 26000 con el fin de reforzar y realzar el concepto de la responsabilidad social, vivamos situaciones como las anteriormente descritas. 

Pareciera que esta Norma a pesar de ser una de la más vendida, en vez de ser un referente……reposa en la biblioteca del comprador…
#Argelia al igual que Irán, Bangladesh  y Vietnam se abstuvieron de votar para la aprobación de la ISO 26000.
Ing. Perla Puterman S.
@FRSIberoamerica

jueves, 19 de diciembre de 2013

RSEchat: Valor compartido (CVC) Vs. Responsabilidad Social (RSE)


Mientras no se ha terminado de entender el verdadero significado de la responsabilidad social, surgen nuevos conceptos que si bien no se contradicen, tratan de disminuir o limitar el valor de esta a acciones de tipo filantrópicas, cuando realmente la responsabilidad social es mucho mas y abarca  7 materias fundamentales,  gobernanza de la organización, derechos humanos, prácticas laborables, medio ambiente, asunto de consumidores, practicas justas de operación y finalmente desarrollo de la comunidad.
Uno de estos conceptos es el llamado Valor compartido;  según Antonio Vives en su artículo Compartir el Valor Creado versus Crear Valor Compartido  http://cumpetere.blogspot.com/2013/12/crear-valor-compartido-o-compartir-el.html La idea de la Creación de Valor Compartido, CVC, surge en el año 2006 cuando en   un informe del 2006 sobre sus actividades en América Latina Nestlé llamó al CVC “el concepto de Nestlé de la RSE”)
Igualmente, en el mismo artículo señala que la idea toma impulso  cuando Michael Porter y Mark Kramer publican en enero de 2011 un artículo en el Harvard Busines Review bajo el lema “La Gran Idea”, con el título Creación de Valor Compartido: Como reinventar el capitalismo y desatar una oleada de innovación y crecimiento.
Lamentablemente, según Vives “el concepto se promueve no por sus propios méritos, sino en base a un ataque a la Responsabilidad Social de la Empresa, acusando el concepto de ser mera filantropía y compra de indulgencias, como una estrategia empresarial de lavado de cara”.

Y cita en el mismo artículo: “Según los autores El “valor compartido” no es responsabilidad social, filantropía, ni siquiera sostenibilidad, sino una nueva manera de lograr el éxito económico”…. “El objetivo de la empresa debe ser redefinido como la creación del valor compartido, no solo el logro de beneficios”.  “En otras palabras, en TODAS sus actividades las empresas deben buscar la creación SIMULTÁNEA de valor económico y de valor para la sociedad”
.
Este martes 17 de diciembre  tuvimos una edición especial del #RSEchat con Antonio Vives, quien no necesita presentación en el mundo de la RSE. Tuvimos una audiencia de lujo con aproximadamente 36 participantes, considero que ha sido no solo uno de los más nutridos sino de los más participativos. 
Entre las principales conclusiones tenemos:
·         El CVC son actuaciones aisladas, no son responsabilidad integral, aunque hagan el bien a varias partes, es insuficiente.
·         El objetivo último. de la empresa es ganar dinero, por eso  de ahí a que tenga que compartir todo el valor creado...o sólo generar valor compartido
·         El CVC propone un nuevo concepto basado en (una mala) implementación por empresas. El problema son las empresas no los conceptos
·         Ahora están apropiándose de la base de la pirámide para negocios inclusivos como CVC.  No obstante, siempre son, y serán RSE
·         El CVC puede ser la puerta de entrada a la RSE en  una organización pero se podría corre el riesgo de  auto limitar en exceso
·         Mientras debatimos sobre los conceptos, mejor, peor, bueno, malo, no avanzamos o profundizamos en la implementación, pero ése es justamente el dilema. El cambio de nombre no resuelve los problemas de la implementación de la RSE sino que más bien dispersa esfuerzos
·         ¿Por qué no invertir los esfuerzos en la implantación de la  RSE?, ¿por qué es necesario "inventarse" un término nuevo para hacer lo mismo? No es necesario que se deba esperar por la "teoría superadora/abarcadora". La proliferación terminológica es parte de las reglas del juego
·         Pareciera que la gente quiere inventar la rueda en vez de tratar de entender la RSE, será para sacarle dinero a los directivos y gerentes incautos.  ¿O será porque da "cachet"  el asociarse con Porter y Harvard? Las  preguntas serían, ¿por qué las grandes empresas necesitan algo más que les de CACHE?, ¿por qué no preocuparse de aplicar una RSE avanzada?
·          Es opinión de algunos que estos autores tan sólo quieren ser los nuevos gurús de la RSE y como ya no es posible, acuñan lo de valor compartido. Hace falta  menos demagogia y más realidad
·         ES  preocupante  que se generen frentes contrarios en "la cosa", se llamen como se llamen. La opción sería construir RSE dialogando. Además no se  trata de ser originales sino de hacer las cosas bien y dar ejemplo. La RSE  no es un concurso de moda
·         La cuestión es ¿por que inventar nuevos términos para  hacer lo mismo? Llamase como se llame, lo importante: Enfoque integral, largo plazo, implementación parcial, cuando se pueda como se pueda
·          Para crear valor debemos creer en una sociedad más justa para todos. No podemos hacer muy bien nuestro trabajo y luego no predicar.
·          El ciudadano cada vez más impone su ley: rechazar a los no responsables dejando de comprar producto/servicios. Cuestión de tiempo. Por consiguiente,  la pregunta es: ¿una empresa productora de alimentos que incitan a la obesidad infantil puede crear CVC?
·          Lo interesante de la CVC frente a la RSE es que repiensa al empresario como un actor central para el desarrollo de una comunidad. Este deja de ser un buen samaritano para convertirse en un actor para el desarrollo integral de una comunidad
·         La RSE  es más que  "comunidad" o "comunitario", ES SOCIEDAD Y PLANETA. No son acciones puntuales aunque así se implemente. Las empresas responsables son mejores empresas y hacen sociedades mejores. Hay que ser capaces de motivar a más personas y empresas con la gestión responsable
·         Lo verdaderamente grave del CVC es que se induce a acciones aisladas, que es lo que se le critica a la implementación de la RSE
·         Es preferible desarrollar y promover una visión integral e implementar a medida de las posibilidades. Esa es gran ventaja RSE: compartir valor creado.
·         No se trata de cual es malo o bueno, ambos son buenos, pero uno es mas conducente a una responsabilidad integral que es la que se necesita en el largo plazo
·         Maximizar el valor para la sociedad, no solo el de la empresa. Difícil, mientras tanto todo el que se pueda, para todos.
·         La vida de la RSE es hacer lo que se puede, no hay soluciones ni fórmulas mágicas para el éxito. Es asumir que hay otras formas de llevar a cabo la actividad económica que genera externalidades positivas
·         La base es la RSE, el objetivo es (o debiera ser) común y las herramientas facilitadoras. Al igual que con el GRI, el pacto mundial o la ISO 26000, las  empresas buscan sencillez para poder implementar. Un referente. Eso es lo importante
·         Todo lo que le falta al CVC está en la RSE, por ejemplo: corrupción, desarrollo personal, mejoras en medio ambiente, cambio climático, etc.
·         Aún con errores CVC ha ayudado a la difusión de la temática, no obstante CVC es sólo parte de RSE.
·         Finalmente la responsabilidad social seguirá siendo una fuerza motivadora de cambios, de integración y sinergias, su éxito dependerá  de nosotros

Ing. Perla Puterman S.

@FRSIberoamerica
rsechat




viernes, 13 de diciembre de 2013

Valor compartido sí, ¿pero con quién?

Valor compartido sí, ¿pero con quién?

Desde este largo auto-exilio del mundo de la RSE - por razones laborales- he venido observando muy de cerca los “nuevos modelos” que han surgido para competir y restarle importancia a la responsabilidad social, y colocarla como un concepto fuera de moda o limitado.
Entre estos modelos esta “El valor compartido” de Michael Porter y Mark Kramer, quienes con su teoría del valor compartido,  en su artículo publicado enero de 2011 en el Harvard Business Review “Creación de Valor Compartido: Como reinventar el capitalismo y desatar una oleada de innovación y crecimiento” pretender presentar,  como bien lo dice Antonio Vives en su artículo “Crear valor compartido o compartir el valor”[1],   ¡La solución a los problemas del mundo!
En un evento reciente en Colombia llamado Foro Mundial de Creación de Valor Sostenido[2], Porter mencionó que “El término RSE es un concepto genérico mientras que el valor compartido es algo único y diferente para cada compañía".
Acá surgen algunas preguntas: ¿único en qué? ¿Diferente por qué?, ¿es que la RSE no es única? Y ¿Es que para cada empresa la RSE no es única? ¿O es que existe una camisa de fuerza para la RSE?
Si nos vamos a las definiciones, El concepto de valor compartido, de acuerdo a Porter y Kramer puede ser definido como las políticas y prácticas operativas que incrementan la competitividad de una compañía desarrollando simultáneamente condiciones económicas y sociales en las comunidades donde las empresas tienen el asiento de sus negocio[3], mientras que la responsabilidad social[4], es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medioambiente, a través de un comportamiento transparente y ético que:

·         Contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad
·         Tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas
·         Cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento; y  esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones

Entonces,  ¿si comparto valor, no me responsabilizo por lo que hago o no hago ante mis empleados, proveedores, consumidores, clientes y el medio ambiente?  ¿Y la ética, que pasa con la ética?, las leyes, así sucesivamente…
En una entrevista reciente con Andrés Oppenhaimer[5] , para ser más exacta en septiembre de este año, Mohamed Junus reiteró en varias oportunidades que los conceptos de filantropía y responsabilidad social han sido superados por las “empresas sociales”, y mencionaba que la responsabilidad social comenzó como la repartición de lo sobrante a fin de año en forma de caridad, pero que dicho concepto se fue comercializando y ese dinero destinado a la “responsabilidad social” se destino a construir una imagen de las empresas.
Y la gota que rebozo el  vaso fue cuando leí en twitter la frase: “CSR is Dead – Long Live Social Intrapreneurship”[6] lo cual traduce la RSC está muerta, larga vida a la capacidad emprendedora dentro de la empresa.  Estas afirmaciones, como la de Porter y  de Junus,  y otras tantas que he podido leer, me hicieron reflexionar y me di cuenta una vez más que todavía no se ha entendido el concepto y la importancia de la responsabilidad social.
Personalmente considero que la responsabilidad social va mucho más allá de compartir valor,  o de crear una empresa responsable, y por supuesto de la caridad y de la filantropía, no nos olvidemos que las organizaciones,  por no limitarla a las empresas, tienen una responsabilidad no solo con la sociedad sino con los empleados, con los clientes, con los consumidores, con los proveedores, con el gobierno  y hasta con el medio ambiente.
Además con la situación actual que vivimos, guerras civiles, fenómenos naturales de magnitudes nunca vistas, que  generan un aumento cada vez mayor de la pobreza, hacen que la responsabilidad social sea cada día más necesaria e  importante.
Con todo esto dándome vueltas en mi cabeza y pensando en el tiempo que he invertido en entender la responsabilidad social (desde que asistí por primera vez en el 2004 a la primera reunión en Suecia para discutir si la ISO  hacía o no una norma de responsabilidad social), decidí retomar el #RSECHAT y  se  me ocurrió la idea de hacer una edición especial el 17 de diciembre, sobre Valor Compartido Versus Responsabilidad Social*, teniendo como invitado nada menos y nada más que a Antonio Vives, alto defensor de la responsabilidad social  y uno de sus promotores en Iberoamérica. Creador, entre otras tantas cosas,  de las Conferencias Interamericanas sobre RSE;  evento que lograba reunir a la crema innata de la responsabilidad social en América y que  lamentablemente ya no se realiza más.
Antonio además de darnos “Una mirada crítica a la responsabilidad social en Iberoamérica” Volumen I y II como se titula su libro, se ha convertido en un crítico de la teoría del Valor compartido (recomiendo sus artículos al respecto) http://www.cumpetere.blogspot.com/ y en un defensor de la responsabilidad social.
Lugar Twitter
El Hashtag  será: #RSECHAT 

Los horarios son:   11:30 Venezuela, 13:00 Argentina y Chile, 14:00 Brasil, 17:00 España, 11:00 Colombia y Perú, 10:00 México y Centro América



Ing. Perla Puterman S.
@FRSIberoamerica