La responsabilidad social de una organización. Un enfoque en la gestión de la Calidad
28 de Marzo de 2010 - 15:47:52 por vida5
Pareciera que con el boom de la responsabilidad social la calidad ha pasado a un segundo término y nos hemos olvidado de la importancia que tiene la misma a través de la historia de nuestras empresas y como esta tradición juega un papel importante dentro de lo que se denomina actualmente “empresa socialmente responsable”.
Para evaluar este impacto, voy a diferenciar lo que se conoce tradicionalmente como responsabilidad social y no lo es, lo que debería ser fundamental y básico en la responsabilidad social y no tiene discusión, lo que no es responsabilidad social pero es indispensable para la responsabilidad social, y por ultimo lo que es pareciera novedoso en la responsabilidad social.
Lo que se conoce tradicionalmente como responsabilidad social y no lo es
La filantropía es una tema que si bien sigue siendo importante en nuestro mundo y en especial en los países en desarrollo, la responsabilidad social va mucho mas allá, de hecho el desarrollo e involucramiento con la comunidad esta representado por factores que impulsan la comunidad y que la hace parte de la esfera de influencia y uno de los factores determinantes de éste es el desarrollo de la comunidad, a través del desarrollo de proveedores locales tema que se maneja desde que se comenzó a hablar de Control de calidad. En la actualidad, la ISO 9004 “Gestión para el éxito sostenido de una organización – Un enfoque basado en la gestión de la Calidad” incorpora el concepto del éxito sostenible a través de un balance entro los intereses económicos y financieros de una organización y los de la sociedad y el ambiente mejor conocido como “triple botton line”.
Lo que debería ser fundamental y básico en la responsabilidad social y no tiene discusión
Es el respeto por los derechos humanos, no importa el tipo de organización ni el tamaño ni la ubicación cualquier organización debe respetar por sobre todas las cosas los derechos fundamentales de sus trabajadores así como los derechos civiles, políticos, económicos y culturales de una nación, incluyendo el respeto por los grupos vulnerables.
Si lo asociamos al tema de la calidad, nos referimos al respeto por los derechos de los clientes y el respeto por los derechos de los consumidores: Los clientes y consumidores merecen ser atendidos y merecen ser oídos por las organizaciones de ahí que en el tema de calidad prevalece el término satisfacción al cliente que no significa hacer encuestas o esperar reclamos sino que involucra el conocer claramente los requisitos del cliente y cumplirlos. Lo mismo ocurre con los consumidores, estos tienen el derecho a elegir y para poder elegir deben conocer y para poder conocer tienen que estar informados. Por eso es que temas como etiquetado, información veraz y retroalimentación del cliente son aspectos relevantes de la calidad que impactan la responsabilidad social de una organización.
Los que no es responsabilidad social pero es indispensable para la responsabilidad social
Definitivamente el cumplimiento con las Leyes, es el punto de partida de una organización que quiere ser socialmente responsable, lo primero es determinar cuales son las leyes del país que debería cumplir, y por supuesto cumplirlas porque es un deber no una opción. En el tema de calidad en la ISO 9001 se hace referencia a conocer y tomar en cuenta las leyes que están vinculadas con la fabricación del producto o la prestación de servicios y se da como tácito el cumplimiento con el resto de las leyes que garantizan la operación sana de una empresa incluyendo las leyes de protección al trabajador, las de inclusión social, el ambiente y consumidor.
Lo que es “novedoso” en la responsabilidad social
El “buen gobierno o Gobierno organizacional” mejor conocido como gobierno corporativo, y digo novedoso porque si bien el concepto se popularizo a mediados de los 90, ya era un tema frecuente entre abogados no obstante no fue hasta el impacto de los escándalos de Worldcom y Enron a inicios de los 2000, que se popularizo para repetirse con Bernard Madoff en el 2008.
En el tema de gestión de la calidad la nueva norma ISO 9004:2009, además de incluir los accionistas y sus necesidades y expectativas dentro de las partes interesadas de una organización (anteriormente era solo el cliente) incorpora como principio de gestión la Ética y los aspectos sociales.
Por lo antes expuesto, podríamos concluir que una organización que no gestione la calidad de sus operaciones esta muy distante de poder ser una “empresa socialmente responsable”
Ing. Perla Puterman S.
p.p.s@cantv.net
Fuente: www.iso.org
Publicado: http://www.diarioresponsable.com/component/idoblog/10746-la-responsabilidad-social-de-una-organizacion-un-enfoque-en-la-gestion-de-la-calidad?task=viewpost
El Foro Iberoamericano de Responsabilidad Social, es una comunidad virtual, creada para discutir e intercambiar información sobre el tema de actualidad en todas sus dimensiones. Interna y Externa.
domingo, 28 de marzo de 2010
¿Acreditación de empresas socialmente responsables?
Se han publicado varias noticias en la prensa española sobre que el proyecto de Ley de Economía Sostenible permitirá a las empresas obtener la “certificación de empresas socialmente responsables”.
El numeral 3 del artículo 40 dice: “Las empresas que cumplan un nivel mínimo en los anteriores indicadores podrán ser acreditadas como empresas socialmente responsables por el Observatorio del Consejo Estatal de la Responsabilidad Social Empresarial……….” . Los indicadores a que se refiere se citan en el numerales 1 y 2 que dicen que “el Gobierno pondrá a su disposición un conjunto de características e indicadores para su autoevaluación…....”, “………..transparencia en la gestión, buen gobierno corporativo, compromiso con lo local, y el medioambiente, respeto a los derechos humanos, mejora en las relaciones laborales e igualdad efectiva entre mujeres y hombres…..” (citas tomadas del único texto disponible en internet, que puede no ser el aprobado el 19 de marzo de 2010 por el Consejo de Ministros de España para ser enviado al Congreso).
El proyecto de ley también tiene un artículo muy completo sobre la sostenibilidad en las empresas públicas que las compromete a prácticas responsables. Son esfuerzos muy laudables para promover la responsabilidad social de las empresas y es de apreciar. Pero como comentábamos en otro artículo (Manéjese con cuidado: Normas y guías de Responsabilidad empresarial, www.cumpetere.blogspot.com), estas buenas intenciones pueden tener consecuencias no previstas. En el caso de la ley la situación es potencialmente más grave ya que será una institución gubernamental (el Consejo fue creado por Real Decreto) la que “acredite” a las empresas como sociablemente responsables, con todo el “crédito” que ello significa.
Analicemos esta situación con cuidado. Primero, la acreditación será como resultado de una autoevaluación”, o sea de algún cuestionario con indicadores que la empresa misma rellena. Segundo, se basará en un cumplimiento declarado de mínimos. Suponemos que la empresa será totalmente honesta y dirá la verdad y se referirá a sus prácticas, reales, no a las intenciones, en los temas indicados. En estos cuestionarios, si en una oficina hay igualdad entre hombres y mujeres la empresa responderá “si”, no creemos que diga “sólo en alguna parte”. Si en una planta manufacturera se cuida de no verter desechos tóxicos, dirá que tiene prácticas ambientalmente responsables, sin importar que sea uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero.
De entrada hay que recalcar que no nos oponemos a que las empresas sean reconocidas. Pero hay que distinguir entre responsabilidad parcial y responsabilidad total. Toda empresa tiene algunas prácticas responsables. De allí que una tabacalera, una productora de licores o una empresa petrolera puedan alegar que son responsables en algo, si lo son, pero no en todo. Tienen productos que tienen componentes de irresponsabilidad, aunque son productos que la sociedad demanda. Estas empresas pueden tener responsabilidad parcial pero no total.
Recientemente la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline tuvo muy buena prensa al anunciar una serie de medidas a favor de los países mas pobres del mundo (ver el articulo ¿Oportunismo o Responsabilidad? en nuestro blog www.cumpetere.blogspot.com) . Sin embargo se recientemente reportó que “un comité del Senado norteamericano concluye que GlaxoSmithKline conocía la relación entre su medicamento para diabéticos y los ataques de corazón y que incluso intimidó a científicos independientes”. ¿Responsabilidad parcial o responsabilidad total?
Lamentablemente una “acreditación” por parte del gobierno será interpretada por muchos, y sobre todo empleada por la misma empresa, como si fuera sinónimo de responsabilidad total. Ya podemos imaginarnos lo que dirá el departamento de prensa: “Nuestra empresa ha sido acreditada por una institución del Gobierno de España como empresa sociablemente responsable”. No dirán: “en base a un cuestionario no auditado que hemos completado nosotros mismos”. Tampoco dirán: “basado en unos mínimos establecidos por el gobierno”, ni que “aunque tenemos algunas prácticas que dejan mucho que desear”.
Los promotores de la idea anuncian, correctamente, que no será una certificación. Sin embargo el proyecto de ley habla de “acreditación” (que tiene la connotación de dar crédito a algo). Si bien no habrá “certificación”, habrá “acreditación”, que en la publicidad empresarial es lamentablemente lo mismo. De hecho encontré un diccionario que define “acreditación” como “certificación, mediante un documento, de que se tienen las facultades necesarias para desempeñar un cometido”
¿Ayuda esta acreditación? ¿No es esto un atajo indeseable a que las empresas informen y la sociedad civil disemine y el consumidor actué? Al ver esta acreditación, no tendremos que mirar nada mas: “El gobierno lo dice, todos los productos de esta empresa han sido producidos de forma responsable”. No hay nada más de averiguar. ¿Qué pasó en la crisis financiera? ¿Alguien miró detrás de los ratings? Si una calificadora calificó el instrumento o el proyecto como AAA, lo compro. No tengo nada más que averiguar. Además como funcionario de una institución de inversión estoy cubierto, mi política me autoriza a comprar papeles que tengan grado de inversión. No es culpa mía. Es la ley………… ¿pero es responsable?
Sorpresas nos llevaremos cuando una empresa “acreditada” por el Consejo Estatal aparezca con violaciones a regulaciones ambientales o laborales o se reconozca el daño de algunos de sus productos, o sencillamente se limite a los mínimos. Se perderá la credibilidad no solo de la “acreditación” sino también de las prácticas responsables y el público tendrá derecho a protestar que las empresas hacen lavado de cara con sus prácticas responsables y su publicidad. Bastante mal informada está la sociedad como para que contribuyamos a la desinformación.
¿Podrá el Consejo “desacreditar” a las empresas que hayan sido encontradas en violaciones? ¿Tendrá la capacidad política de hacerlo? ¿No sería preferible que se limitare a publicar los cuestionarios de las empresas (en una buena base de datos, que sea analizable) sin emitir opinión y que sea la sociedad la que juzgue la información, los medios que la diseminen y el consumidor o cliente el que decida? ¿Qué valor agregado tiene el cuestionario cuando ya existen muchos en el mercado? ¿No es preferible dejarle esta tarea a instituciones que sean independientes del gobierno y de las empresas?
Hay certificaciones y certificaciones. Sí a la certificación de Comercio Justo. Sí a la certificación de “libre de trabajo infantil”. Sí a la certificación de “madera proveniente de bosques sostenibles”. Sí a la certificación SA8000 de respeto a los derechos de los trabajadores. Sí a las certificaciones de prácticas específicas, verificadas (aunque se cuelen algunos). Sí a la diseminación de información. Sí a la educación del consumidor, sí a la educación del trabajador. Sí a la exposición de prácticas irresponsables.
¿Queremos otro Global Compact que admite a todos como miembros y solo los expulsa, no por no hacer nada responsable o por hacer algo irresponsable. Los expulsa por no reportar lo que hace o no hace? (por lo menos ahora publica los reportes de los que sí reportan) ¿Queremos otro GRI que no verifica y deja que las empresas y sus consultores se autocalifiquen? El Global Compact promueve buenos principios de conducta y el GRI promueve buenos principios de reporte, pero no verifican. Es el equivalente de ser admitido a estudiar a una buena universidad, sin examen de admisión, llenar un cuestionario y asignarnos nosotros mismos la nota. Supongo que será Sobresaliente. Y después ser “acreditado” por la universidad.
Me imagino qué pasaría si los estados financieros de un Banco fueran “acreditados” solamente por el Presidente del Consejo (que en algunos países se requiere, ADEMÁS de la certificación de auditores independientes), sin auditoría externa y sin supervisión y control por parte de los reguladores.
Hay muchas, muchas empresas honestas y responsables, pero hay algunas que no lo son, y son precisamente éstas las que abusan del sistema y lo corrompen, en detrimento de las responsables. No hay que dejarles la oportunidad de hacerlo.
La acreditación puede ser contraproducente, como lo son muchos premios basados en cuestionarios de autoevaluación, sin contraste de la información, ni auditoría parcial. Esto ha dado lugar a que algunos premios los ganen cada vez más empresas y siempre incluye a las de los años anteriores. ¡Si hasta contratan consultores especializados para que completen los cuestionarios! Y mayoría de los no premiados es porque no responden o no completan el cuestionario debidamente.
Es imposible demostrar que una empresa es socialmente responsable. Tampoco es deseable que la “acredite” un organismo gubernamental, salvo que cumple con una ley. Lo que se puede y se debe decir es que tal o cual empresa tiene prácticas responsables en diversidad, en protección del medio ambiente, en la contratación de personas en desventaja social, o en lo que sea. Y hasta certificarlo, basado en comprobación in situ. Se pueden dar premios a prácticas responsables específicas, pero no “acreditar” que una empresa es “Empresa Socialmente Responsable”. ¿Responsabilidad total?
Y aun así nos podemos encontrar con que eso es verdad al momento de la acreditación, y no unos días después. Quizás no debemos ser tan suspicaces, en algo hay que confiar. Sin embargo, para los que creen que esto no ocurre, vean la historia de la caída de Lehman Brothers, que hacía una serie de transacciones financieras para mejorar el balance general unos días antes del cierre de los estados financieros y la revertían después de ser auditados y certificados, todo esto de acuerdo a los principios de contabilidad generalmente aceptados. Lo que nos recuerda una vez más que ser responsable va más allá de seguir las reglas vigentes.
Una cosa es la responsabilidad parcial y otra la responsabilidad total. Una cosa es autoevaluación y la otra verificación independiente. Una cosa es hacerle seguimiento y tomar medidas correctivas y otra el dar acreditaciones. Como todo instrumento, bien utilizado, puede ser muy beneficioso, pero mal utilizado puede ser dañino.
Antonio Vives
www.cumpetere.blogspot.com
http://diarioresponsable.com/component/idoblog/10698-iacreditacion-de-empresas-socialmente-responsables?task=viewpost
El numeral 3 del artículo 40 dice: “Las empresas que cumplan un nivel mínimo en los anteriores indicadores podrán ser acreditadas como empresas socialmente responsables por el Observatorio del Consejo Estatal de la Responsabilidad Social Empresarial……….” . Los indicadores a que se refiere se citan en el numerales 1 y 2 que dicen que “el Gobierno pondrá a su disposición un conjunto de características e indicadores para su autoevaluación…....”, “………..transparencia en la gestión, buen gobierno corporativo, compromiso con lo local, y el medioambiente, respeto a los derechos humanos, mejora en las relaciones laborales e igualdad efectiva entre mujeres y hombres…..” (citas tomadas del único texto disponible en internet, que puede no ser el aprobado el 19 de marzo de 2010 por el Consejo de Ministros de España para ser enviado al Congreso).
El proyecto de ley también tiene un artículo muy completo sobre la sostenibilidad en las empresas públicas que las compromete a prácticas responsables. Son esfuerzos muy laudables para promover la responsabilidad social de las empresas y es de apreciar. Pero como comentábamos en otro artículo (Manéjese con cuidado: Normas y guías de Responsabilidad empresarial, www.cumpetere.blogspot.com), estas buenas intenciones pueden tener consecuencias no previstas. En el caso de la ley la situación es potencialmente más grave ya que será una institución gubernamental (el Consejo fue creado por Real Decreto) la que “acredite” a las empresas como sociablemente responsables, con todo el “crédito” que ello significa.
Analicemos esta situación con cuidado. Primero, la acreditación será como resultado de una autoevaluación”, o sea de algún cuestionario con indicadores que la empresa misma rellena. Segundo, se basará en un cumplimiento declarado de mínimos. Suponemos que la empresa será totalmente honesta y dirá la verdad y se referirá a sus prácticas, reales, no a las intenciones, en los temas indicados. En estos cuestionarios, si en una oficina hay igualdad entre hombres y mujeres la empresa responderá “si”, no creemos que diga “sólo en alguna parte”. Si en una planta manufacturera se cuida de no verter desechos tóxicos, dirá que tiene prácticas ambientalmente responsables, sin importar que sea uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero.
De entrada hay que recalcar que no nos oponemos a que las empresas sean reconocidas. Pero hay que distinguir entre responsabilidad parcial y responsabilidad total. Toda empresa tiene algunas prácticas responsables. De allí que una tabacalera, una productora de licores o una empresa petrolera puedan alegar que son responsables en algo, si lo son, pero no en todo. Tienen productos que tienen componentes de irresponsabilidad, aunque son productos que la sociedad demanda. Estas empresas pueden tener responsabilidad parcial pero no total.
Recientemente la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline tuvo muy buena prensa al anunciar una serie de medidas a favor de los países mas pobres del mundo (ver el articulo ¿Oportunismo o Responsabilidad? en nuestro blog www.cumpetere.blogspot.com) . Sin embargo se recientemente reportó que “un comité del Senado norteamericano concluye que GlaxoSmithKline conocía la relación entre su medicamento para diabéticos y los ataques de corazón y que incluso intimidó a científicos independientes”. ¿Responsabilidad parcial o responsabilidad total?
Lamentablemente una “acreditación” por parte del gobierno será interpretada por muchos, y sobre todo empleada por la misma empresa, como si fuera sinónimo de responsabilidad total. Ya podemos imaginarnos lo que dirá el departamento de prensa: “Nuestra empresa ha sido acreditada por una institución del Gobierno de España como empresa sociablemente responsable”. No dirán: “en base a un cuestionario no auditado que hemos completado nosotros mismos”. Tampoco dirán: “basado en unos mínimos establecidos por el gobierno”, ni que “aunque tenemos algunas prácticas que dejan mucho que desear”.
Los promotores de la idea anuncian, correctamente, que no será una certificación. Sin embargo el proyecto de ley habla de “acreditación” (que tiene la connotación de dar crédito a algo). Si bien no habrá “certificación”, habrá “acreditación”, que en la publicidad empresarial es lamentablemente lo mismo. De hecho encontré un diccionario que define “acreditación” como “certificación, mediante un documento, de que se tienen las facultades necesarias para desempeñar un cometido”
¿Ayuda esta acreditación? ¿No es esto un atajo indeseable a que las empresas informen y la sociedad civil disemine y el consumidor actué? Al ver esta acreditación, no tendremos que mirar nada mas: “El gobierno lo dice, todos los productos de esta empresa han sido producidos de forma responsable”. No hay nada más de averiguar. ¿Qué pasó en la crisis financiera? ¿Alguien miró detrás de los ratings? Si una calificadora calificó el instrumento o el proyecto como AAA, lo compro. No tengo nada más que averiguar. Además como funcionario de una institución de inversión estoy cubierto, mi política me autoriza a comprar papeles que tengan grado de inversión. No es culpa mía. Es la ley………… ¿pero es responsable?
Sorpresas nos llevaremos cuando una empresa “acreditada” por el Consejo Estatal aparezca con violaciones a regulaciones ambientales o laborales o se reconozca el daño de algunos de sus productos, o sencillamente se limite a los mínimos. Se perderá la credibilidad no solo de la “acreditación” sino también de las prácticas responsables y el público tendrá derecho a protestar que las empresas hacen lavado de cara con sus prácticas responsables y su publicidad. Bastante mal informada está la sociedad como para que contribuyamos a la desinformación.
¿Podrá el Consejo “desacreditar” a las empresas que hayan sido encontradas en violaciones? ¿Tendrá la capacidad política de hacerlo? ¿No sería preferible que se limitare a publicar los cuestionarios de las empresas (en una buena base de datos, que sea analizable) sin emitir opinión y que sea la sociedad la que juzgue la información, los medios que la diseminen y el consumidor o cliente el que decida? ¿Qué valor agregado tiene el cuestionario cuando ya existen muchos en el mercado? ¿No es preferible dejarle esta tarea a instituciones que sean independientes del gobierno y de las empresas?
Hay certificaciones y certificaciones. Sí a la certificación de Comercio Justo. Sí a la certificación de “libre de trabajo infantil”. Sí a la certificación de “madera proveniente de bosques sostenibles”. Sí a la certificación SA8000 de respeto a los derechos de los trabajadores. Sí a las certificaciones de prácticas específicas, verificadas (aunque se cuelen algunos). Sí a la diseminación de información. Sí a la educación del consumidor, sí a la educación del trabajador. Sí a la exposición de prácticas irresponsables.
¿Queremos otro Global Compact que admite a todos como miembros y solo los expulsa, no por no hacer nada responsable o por hacer algo irresponsable. Los expulsa por no reportar lo que hace o no hace? (por lo menos ahora publica los reportes de los que sí reportan) ¿Queremos otro GRI que no verifica y deja que las empresas y sus consultores se autocalifiquen? El Global Compact promueve buenos principios de conducta y el GRI promueve buenos principios de reporte, pero no verifican. Es el equivalente de ser admitido a estudiar a una buena universidad, sin examen de admisión, llenar un cuestionario y asignarnos nosotros mismos la nota. Supongo que será Sobresaliente. Y después ser “acreditado” por la universidad.
Me imagino qué pasaría si los estados financieros de un Banco fueran “acreditados” solamente por el Presidente del Consejo (que en algunos países se requiere, ADEMÁS de la certificación de auditores independientes), sin auditoría externa y sin supervisión y control por parte de los reguladores.
Hay muchas, muchas empresas honestas y responsables, pero hay algunas que no lo son, y son precisamente éstas las que abusan del sistema y lo corrompen, en detrimento de las responsables. No hay que dejarles la oportunidad de hacerlo.
La acreditación puede ser contraproducente, como lo son muchos premios basados en cuestionarios de autoevaluación, sin contraste de la información, ni auditoría parcial. Esto ha dado lugar a que algunos premios los ganen cada vez más empresas y siempre incluye a las de los años anteriores. ¡Si hasta contratan consultores especializados para que completen los cuestionarios! Y mayoría de los no premiados es porque no responden o no completan el cuestionario debidamente.
Es imposible demostrar que una empresa es socialmente responsable. Tampoco es deseable que la “acredite” un organismo gubernamental, salvo que cumple con una ley. Lo que se puede y se debe decir es que tal o cual empresa tiene prácticas responsables en diversidad, en protección del medio ambiente, en la contratación de personas en desventaja social, o en lo que sea. Y hasta certificarlo, basado en comprobación in situ. Se pueden dar premios a prácticas responsables específicas, pero no “acreditar” que una empresa es “Empresa Socialmente Responsable”. ¿Responsabilidad total?
Y aun así nos podemos encontrar con que eso es verdad al momento de la acreditación, y no unos días después. Quizás no debemos ser tan suspicaces, en algo hay que confiar. Sin embargo, para los que creen que esto no ocurre, vean la historia de la caída de Lehman Brothers, que hacía una serie de transacciones financieras para mejorar el balance general unos días antes del cierre de los estados financieros y la revertían después de ser auditados y certificados, todo esto de acuerdo a los principios de contabilidad generalmente aceptados. Lo que nos recuerda una vez más que ser responsable va más allá de seguir las reglas vigentes.
Una cosa es la responsabilidad parcial y otra la responsabilidad total. Una cosa es autoevaluación y la otra verificación independiente. Una cosa es hacerle seguimiento y tomar medidas correctivas y otra el dar acreditaciones. Como todo instrumento, bien utilizado, puede ser muy beneficioso, pero mal utilizado puede ser dañino.
Antonio Vives
www.cumpetere.blogspot.com
http://diarioresponsable.com/component/idoblog/10698-iacreditacion-de-empresas-socialmente-responsables?task=viewpost
viernes, 12 de marzo de 2010
¿Son o no son líderes las empresas españolas en Latinoamérica?
La última semana salieron tres artículos relacionados con las empresas españolas que operan en Latinoamérica basadas en el mismo informe y acá podemos ver como la misma información se maneja desde tres ángulos diferentes.
Las empresas españolas no son líderes en responsabilidad social en América Latina
Imagen de las empresas españolas en América Latina deja aún mucho que desear
Rsc. los latinoamericanos aprueban a las empresas españolas en su comportamiento de responsabilidad social
Eso me recuerda al tema del vaso medio lleno o del vaso medio vacío o las verdades a medias o yo no miento pero tampoco digo la verdad…...
Titular: Las empresas españolas no son líderes en responsabilidad social en América Latina
“Las empresas españolas no son bien valoradas desde el punto de vista de la responsabilidad social corporativa en los países de América Latina. Es la principal conclusión del estudio "Valoración de la responsabilidad social de las empresas españolas en América Latina", que ha sido realizado por el Observatorio de RSC con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)”.
Publicado: http://www.empresaexterior.com/2010031128122/politica-economica/las-empresas-espanolas-no-son-lideres-en-responsabilidad-social-en-america-latina.html
Titular: Imagen de las empresas españolas en América Latina deja aún mucho que desear”
“La imagen de las empresas españolas es aún "relativamente negativa" en América Latina, donde prima la impresión de que aún tienen mucho que hacer en la lucha contra la corrupción, el respeto a sus trabajadores o la atención a los clientes, según un informe difundido hoy.
Publicado en http://www.adn.es/internacional/20100310/NWS-2158-America-Imagen-Latina-espanolas-empresas.html
Titular: Rsc. los latinoamericanos aprueban a las empresas españolas en su comportamiento de responsabilidad social Marzo 10
“Los ciudadanos de los países latinoamericanos aprueban con una nota media de 6,5 el comportamiento y las políticas de responsabilidad social que están llevando a cabo las empresas españolas en sus países”.
http://ecodiario.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/1972548/03/10/Rsc-los-latinoamericanos-aprueban-a-las-empresas-espanolas-en-su-comportamiento-de-responsabilidad-social.html
Lo dejo a la consideración del lector
Ing. Perla Puterman
Ing. Perla Puterman S.
Experta internacional en Responsabilidad Social
Fundadora y moderadora del Foro Iberoamericano de Responsabilidad Social
Instructor ISO para la promoción de la normalización en materia de responsabilidad social. Iniciadora y Ex Presidenta de la Comisión de Responsabilidad Social de FEDECAMARAS. Profesora varias universidades en materia de Normas internacionales de RS. Autora de diversos artículos para revistas y libros relacionados con el tema. Miembro del Consejo Editor de la Revista RS Venezuela.
p.p.s@cantv.net
Las empresas españolas no son líderes en responsabilidad social en América Latina
Imagen de las empresas españolas en América Latina deja aún mucho que desear
Rsc. los latinoamericanos aprueban a las empresas españolas en su comportamiento de responsabilidad social
Eso me recuerda al tema del vaso medio lleno o del vaso medio vacío o las verdades a medias o yo no miento pero tampoco digo la verdad…...
Titular: Las empresas españolas no son líderes en responsabilidad social en América Latina
“Las empresas españolas no son bien valoradas desde el punto de vista de la responsabilidad social corporativa en los países de América Latina. Es la principal conclusión del estudio "Valoración de la responsabilidad social de las empresas españolas en América Latina", que ha sido realizado por el Observatorio de RSC con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)”.
Publicado: http://www.empresaexterior.com/2010031128122/politica-economica/las-empresas-espanolas-no-son-lideres-en-responsabilidad-social-en-america-latina.html
Titular: Imagen de las empresas españolas en América Latina deja aún mucho que desear”
“La imagen de las empresas españolas es aún "relativamente negativa" en América Latina, donde prima la impresión de que aún tienen mucho que hacer en la lucha contra la corrupción, el respeto a sus trabajadores o la atención a los clientes, según un informe difundido hoy.
Publicado en http://www.adn.es/internacional/20100310/NWS-2158-America-Imagen-Latina-espanolas-empresas.html
Titular: Rsc. los latinoamericanos aprueban a las empresas españolas en su comportamiento de responsabilidad social Marzo 10
“Los ciudadanos de los países latinoamericanos aprueban con una nota media de 6,5 el comportamiento y las políticas de responsabilidad social que están llevando a cabo las empresas españolas en sus países”.
http://ecodiario.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/1972548/03/10/Rsc-los-latinoamericanos-aprueban-a-las-empresas-espanolas-en-su-comportamiento-de-responsabilidad-social.html
Lo dejo a la consideración del lector
Ing. Perla Puterman
Ing. Perla Puterman S.
Experta internacional en Responsabilidad Social
Fundadora y moderadora del Foro Iberoamericano de Responsabilidad Social
Instructor ISO para la promoción de la normalización en materia de responsabilidad social. Iniciadora y Ex Presidenta de la Comisión de Responsabilidad Social de FEDECAMARAS. Profesora varias universidades en materia de Normas internacionales de RS. Autora de diversos artículos para revistas y libros relacionados con el tema. Miembro del Consejo Editor de la Revista RS Venezuela.
p.p.s@cantv.net
martes, 9 de marzo de 2010
¿Es el crecimiento de la población ilimitado?
El problema...
Hablamos indiferentemente del cambio climático porque la evidencia del cambio es tan lenta; somos tímidos al usar el término crisis climática, o más realísticos de un desastre climático. Desde los 1970s sabemos que la contaminación de la atmósfera ha llegado a un nivel tal, que el calentamiento global continuara por varias décadas, aunque la contaminación hubiese terminado en 1980. Pero continuamos contaminándolo alegremente. Como consecuencia, las temperaturas continuaran incrementándose por un número de décadas impredecibles. La declaración política de limitar el aumento de las temperaturas a 2°C es una ilusión, inclusive antes del acuerdo político.
Desde que fracasó la Cumbre de Copenhague en el 2009 hasta el momento es obvio que prevalece una actitud individual de estados, aunque todo el mundo debería saber que el polvo atmosférico producido en un país se convierte en una lluvia radioactiva sobre otros países.
Positivamente, se puede notar que los esfuerzos continúan para mitigar la crisis climática y serán exitosos. Pero hay muy poca discusión sobre:
• Una catástrofe inminente de la tierra como consecuencia de la crisis climática (sequedad, desertificación, sobre fertilización) y
• Una próxima catástrofe del mar (calentamiento, vertederos continuos),
• y más aun con la perspectiva de que todos los esfuerzos para recobrar el clima se vuelve nulo si la población mundial continúa creciendo ilimitadamente.
Ya en 2009 las Naciones Unidas han constatado que la gente que sufre de hambre excede un mil millones, y crece, además de los siete mil billones que ya existen en total.
Nosotros vemos que los recursos escasearán y vemos por eso emergiendo un potencial de conflictos inestimable. Podemos vislumbrar que el continuo crecimiento ilimitado de la población agrava drásticamente los problemas climáticos y sociales.
En la perspectiva cristiana todos nosotros tenemos un tarea para preservar sosteniblemente la Creación; si, cada uno individualmente, cada organización, cada gobierno. Y todos pueden contribuir, si lo quieren. Esto debería ser una obligación ética!
¿Qué deberíamos hacer?
Esta interrelación debería ser llevada a la atención del mayor público, de manera que cada uno puede adoptar su propia actitud responsable. Adicionalmente las ciencias, los políticos y las iglesias están llamados a controlar al crecimiento ilimitado de la población.
La ciencia esta llamada para desarrollar la fórmula para una densidad responsable de la población regional.
Los políticos están llamados a establecer las regulaciones nacionales y especialmente a realizar tratados internacionales efectivos.
Las iglesias tienen una tarea extensa de educación y particularmente la iglesia católica está llamada a decidir una graduación del dogma sobre la anticoncepción y hacerla efectiva; una graduación que tome en cuenta el desarrollo demográfico, que facilite una flexibilización socialmente responsable y regionalmente flexible, y que ponga la responsabilidad personal en primer plano.
Original en alemán por: Guido Guertler guido.guertler@t-online.de
Traducido al español por: Perla Puterman S. p.p.s@cantv.net
Marzo 2010
http://www.kaguigu.com/sol%20y%20mar/html/temas_urgentes.html#crecimiento
Este artículo es descargable en los formatos Word y PDF.
Hablamos indiferentemente del cambio climático porque la evidencia del cambio es tan lenta; somos tímidos al usar el término crisis climática, o más realísticos de un desastre climático. Desde los 1970s sabemos que la contaminación de la atmósfera ha llegado a un nivel tal, que el calentamiento global continuara por varias décadas, aunque la contaminación hubiese terminado en 1980. Pero continuamos contaminándolo alegremente. Como consecuencia, las temperaturas continuaran incrementándose por un número de décadas impredecibles. La declaración política de limitar el aumento de las temperaturas a 2°C es una ilusión, inclusive antes del acuerdo político.
Desde que fracasó la Cumbre de Copenhague en el 2009 hasta el momento es obvio que prevalece una actitud individual de estados, aunque todo el mundo debería saber que el polvo atmosférico producido en un país se convierte en una lluvia radioactiva sobre otros países.
Positivamente, se puede notar que los esfuerzos continúan para mitigar la crisis climática y serán exitosos. Pero hay muy poca discusión sobre:
• Una catástrofe inminente de la tierra como consecuencia de la crisis climática (sequedad, desertificación, sobre fertilización) y
• Una próxima catástrofe del mar (calentamiento, vertederos continuos),
• y más aun con la perspectiva de que todos los esfuerzos para recobrar el clima se vuelve nulo si la población mundial continúa creciendo ilimitadamente.
Ya en 2009 las Naciones Unidas han constatado que la gente que sufre de hambre excede un mil millones, y crece, además de los siete mil billones que ya existen en total.
Nosotros vemos que los recursos escasearán y vemos por eso emergiendo un potencial de conflictos inestimable. Podemos vislumbrar que el continuo crecimiento ilimitado de la población agrava drásticamente los problemas climáticos y sociales.
En la perspectiva cristiana todos nosotros tenemos un tarea para preservar sosteniblemente la Creación; si, cada uno individualmente, cada organización, cada gobierno. Y todos pueden contribuir, si lo quieren. Esto debería ser una obligación ética!
¿Qué deberíamos hacer?
Esta interrelación debería ser llevada a la atención del mayor público, de manera que cada uno puede adoptar su propia actitud responsable. Adicionalmente las ciencias, los políticos y las iglesias están llamados a controlar al crecimiento ilimitado de la población.
La ciencia esta llamada para desarrollar la fórmula para una densidad responsable de la población regional.
Los políticos están llamados a establecer las regulaciones nacionales y especialmente a realizar tratados internacionales efectivos.
Las iglesias tienen una tarea extensa de educación y particularmente la iglesia católica está llamada a decidir una graduación del dogma sobre la anticoncepción y hacerla efectiva; una graduación que tome en cuenta el desarrollo demográfico, que facilite una flexibilización socialmente responsable y regionalmente flexible, y que ponga la responsabilidad personal en primer plano.
Original en alemán por: Guido Guertler guido.guertler@t-online.de
Traducido al español por: Perla Puterman S. p.p.s@cantv.net
Marzo 2010
http://www.kaguigu.com/sol%20y%20mar/html/temas_urgentes.html#crecimiento
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lunes, 1 de marzo de 2010
La responsabilidad social vs el desarrollo sostenible.
A raíz de la realización de un Taller para promover la ISO 26000 realizado en Costa Rica y patrocinado por la ISO www.iso.org tuve que preparar una conferencia denominada “Introducción al desarrollo sostenible y a la responsabilidad social”.
Con honestidad, desde que me inicie en estos temas mi conocimiento siempre ha sido de la responsabilidad y no del desarrollo sostenible y por eso comencé a preguntarles a mis amigos expertos en el tema y todos coincidieron en que la responsabilidad social es mucho anterior al desarrollo sostenible excepto los ambientalistas que afirmaron que el desarrollo sostenible fue primero por el tema de que los empresarios desde el siglo IXX pensaban en ahorrar para el futuro.
Para Antonio Vives, el desarrollo sostenible es un término utilizado a nivel de gobiernos, para otros la responsabilidad social aplica a nivel empresarial mientras que para Italo Pizzolante la sostenibilidad es la razón de ser de una empresa socialmente responsable. De manera que pude concluir preliminarmente que la responsabilidad social es la responsabilidad de las organizaciones y el desarrollo sostenible es la responsabilidad de los gobiernos y de la sociedad.
Para darle un toque de simpatía a la presentación, coloque en el buscador de imágenes de Google “responsabilidad social” y “desarrollo sostenible” y lo primero que me encontré fue una imagen de National Geographic con la siguiente frase…”Sálvese quien pueda llegan los humanos” y luego una imagen de la singular Mafalda que hablaba por si sola…
Cual seria mi sorpresa cuando encontré en ambos términos el denominado “triple botton line” la diferencia es que cuando se alude a la responsabilidad social se hace referencia a: responsabilidad con el ambiente, responsabilidad con lo social y responsabilidad con lo económico y cuando se alude al desarrollo sostenible se hace referencia a: lo ambiental, lo social y lo económico.
Evaluando la línea del tiempo del desarrollo sostenible en una publicación de la Asociación francesa de Normalización AFNOR www.afnor.org, a partir de la conferencia de la ONU sobre ambiente realizada en el año de 1972 se comienza a utilizar el término “ecodesarrollo” utilizado principalmente por los científicos, y es a partir de 1987 con el informe Brundtlant que entra en vigencia el termino desarrollo sostenible con la incorporación de actores como gobiernos, naciones, ONGs y empresas para convertirse en desarrollo económico, social y ambiental con la incorporación de los consumidores como actores a partir de los años 2000.
Con base a esta línea de tiempo decidí trazar mi propia línea del tiempo de la responsabilidad social y para ello tomé en cuenta diferentes publicaciones, concluyendo con la teoría de que la responsabilidad social era conocida desde comienzos del año 50 antes de Cristo, quizás no con ese nombre.
Para muchos autores el verdadero inicio de la responsabilidad social comienza a finales de la década del siglo XIX comienzos del siglo XX con el tema de la caridad y la filantropía teniendo a los empresarios y gobiernos como actores principales. A finales de 1970 comienza a darse a conocer el tema de responsabilidad social corporativa con la incorporación de las ONGs a partir de la década de los 80.
Sin embargo mencionaba recientemente Antonio Vives en su blog Computere http://cumpetere.blogspot.com/ un artículo que encontró denominado “La Responsabilidad Social del hombre de negocios”, escrito por Howard R. Bowen, comenzado como proyecto de investigación nada menos y nada más en 1949 y publicado en 1953 - hace casi seis décadas.
Desde el año 2000 y a raíz del comienzo de la discusión de la ISO 26000 comienza a hablarse de la responsabilidad social aplicable a todo tipo de organizaciones con la incorporación de actores como consumidores, universidades, consultores y otros denominándose todos los actores como stakeholders o grupos de interés.
Por último la ISO 26000 diferencia los conceptos de la siguiente forma:
“El desarrollo sostenible consiste en satisfacer las necesidades de la sociedad respetando los límites ecológicos del planeta y sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades mientras que “La responsabilidad social tiene a la organización como su centro de interés y considera las responsabilidades de una organización respecto a la sociedad y el medio ambiente”.
Por lo cual puedo concluir que la responsabilidad social contribuye al desarrollo sostenible y que como menciona la ISO 26000 “la visión de que la responsabilidad social es aplicable a todas las organizaciones surgió en la medida en que diferentes tipos de organizaciones, no sólo aquéllas del mundo de los negocios, reconocieron que ellas también tenían responsabilidades en la contribución al desarrollo sostenible”
Ing. Perla Puterman S
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