Si yo
hubiera escrito un artículo de la revisión de la ISO 26000, no hubiese sido tan
asertiva como lo ha sido Paul Davies en el artículo que publico a continuación
y el cual comparto plenamente….
En los últimos 25 años, hemos sido testigos de una
revolución del pensamiento alrededor de las obligaciones de la sociedad, la
rendición de cuentas, la responsabilidad compartida, la confianza y lo que
nosotros como sociedad queremos y legítimamente esperamos del comportamiento de las empresas. La aparición
de la norma ISO 26000 se ha alineado con este cambio en las expectativas; su objetivo es proporcionar una guía conceptual
para el desarrollo de nuevos enfoques y
nuevos modelos de gobernanza de la organización, la sostenibilidad, la
transparencia y la inclusión que contribuyen al desarrollo sostenible y toman
en cuenta los intereses de las partes interesadas.
Esta Norma, está
a punto de someterse a su primera revisión desde que se publicó por primera vez
hace cuatro años, y transcurrida más de una década después de su concepción. ¿Cuál podría ser el impacto de esta revisión
en una norma única y pionera en la responsabilidad social y la sostenibilidad?
Orientación
(Guía) en lugar de requisitos
La idea del "concepto de orientación” es lo que distingue a la norma ISO 26000 de
otras normas ISO, más conocidas. La ISO 26000 no es una norma técnica ni una
norma de gestión, inclusive, tampoco es un marco para administrar la responsabilidad social, ni está
centrada en grandes corporaciones per se.
No pretende ser prescriptiva o establecer requisitos; más bien pretende fomentar
y guiar el pensamiento, conceptualizando y facilitando la comprensión de las organizaciones de su rol
en relación con la responsabilidad social (1) y la forma que a su vez afecta al desarrollo
sostenible.
En su forma actual la ISO 26000 no establece requisitos específicos, sino que se basa en
recomendaciones, orientación y el contexto. En la actualidad, no es para fines
de certificación por segundas o terceras partes (aunque algunas organizaciones
oportunistas ya han emitido «certificados» con la ISO 26000, en forma incorrecta
y bastante equivocada). Su aceptación mundial desde 2010 ha sido difícil de medir,
en parte debido a que no es una norma de certificación, por lo tanto no hace distinción de las organizaciones que la
han adoptado en su totalidad o parte de ella.
El
proceso de revisión de la norma ISO 26000
La primera edición tomó ocho años efectivos para
completar - un largo período de gestación que no sólo refleja los esfuerzos de
la ISO para tener un verdadero proceso de desarrollo inclusivo y multistakeholders, sino además el gran
desafío de desarrollar una guía bien lograda que trata de captar, condensar y
simplificar en una forma asimilable los conceptos y la implementación de la
responsabilidad social. Según algunos, el proceso de desarrollo de la norma ISO 26000
fue bastante dinámico, con puntos de vistas diferentes expresados sobre una base regular y ruidosa
entre los 450 miembros efectivos del
grupo de trabajo (que de alguna forma discutían una y otra vez sobre una misma
frase). Las
normas ISO se revisan normalmente en un ciclo de tres a cinco años; la próxima
revisión de la norma ISO 26000 fue programada para el 2013, y el proceso se ha
iniciado en varios países, entre ellos Australia, con los aportes iniciales
facilitados por los organismos nacionales de normalización, tales como de “Standards
Australia”. La revisión en sí, aunque a tiempo, necesita asegurarse de que
algunas de las innovaciones claves en el desarrollo y aplicación de la norma
ISO 26000 se conserven. En particular:
- La ISO 26000 debe ser capaz de continuar
evolucionando y debe tomar en consideración las ideas y los marcos
"nuevos y emergentes", en vez de encerrarse en las ideas y conceptos actuales;
- La ISO 26000 no debería ser encajonada en una norma tipo sistema de gestión
riguroso que establezca criterios rígidos para lo que constituye la responsabilidad
social o la forma en como esta ha de ser implementada en una organización;
y
- La norma ISO 26000 debe permanecer en la forma
de una "norma no certificable" a fin de evitar las posibles
consecuencias de la certificación “de-valla”, la intención y el valor de la
misma, y al hacerlo, también retrasar potencialmente, el impulso en torno
a la responsabilidad social y el desarrollo sostenible.
Consideremos ahora cada uno de estos puntos.
La
necesidad de la norma ISO 26000 de evolucionar
y tener en cuenta en forma continua las
nuevas y emergentes ideas.
En los doce años transcurridos desde que la ISO
26000 fue concebida por primera vez, ha habido una significativa evolución en la discusión en torno a los
conceptos de responsabilidad social, sostenibilidad, valor compartido, retorno
social de la inversión, los marcos de rendición de cuentas, el gobierno
corporativo, la ética y el aseguramiento no financiero, para mencionar algunos.
No hay ninguna razón para pensar que esto va a disminuir en el corto plazo.
Todavía estamos en medio de la definición de los temas que sustentan la
responsabilidad social y el desarrollo sostenible, tanto en el mundo
desarrollado como en el mundo en desarrollo. Hemos tenido al menos una de las
más grandes crisis éticas haciéndose pasar por una crisis financiera. Y
seguimos siendo confundidos por la
incapacidad de los gobiernos y corporaciones para frenar la ola de fracasos
importantes, y muy públicos, de gobernabilidad.
Para mí, la verdadera fuerza de un documento ISO tipo
"orientación" es la flexibilidad que ofrece para capturar,
considerar, reflexionar y promulgar ideas nuevas y emergentes en lugar de
institucionalizar el pensamiento actual en un marco normativo o dogmático. He trabajado con otros documentos ISO de "orientación" en el campo de
las mejores prácticas en las ensayos
y calibración (Guía La ISO 25) por
más de una década antes de que se convirtiera en una Norma ISO de requisitos (ISO / IEC
17025). El documento de orientación fue altamente eficaz para los usuarios en
el mercado, para aplicar las mejores
prácticas y al mismo tiempo conservar la flexibilidad que se requiere para evolucionar y madurar igual que maduraron
y evolucionaron las ideas de la industria. Creo que el resultado fue mucho
mejor, más razonado y más robusto a largo plazo que una norma, un punto clave
que se debe considerar en la actual revisión de la norma ISO 26000.
Una
norma de requisitos estilo 'sistema de gestión "no va a funcionar para la
norma ISO 26000
Antes de ir más allá en este punto, quiero que quede claro que yo no soy anti-normas
de sistemas de gestión, yo he trabajado
en un alto cargo en normas y certificación para un organismo nacional de la industria
durante una buena parte de 20 años y he visto el nacimiento y la adopción
generalizada de dos de las series más conocidas de las normas de gestión en uso
hoy en día - ISO 9000 e ISO 14001. Aunque sus beneficios son evidentes para
muchas organizaciones, también he visto cómo se pueden aplicar y utilizar de
manera inapropiada en el mercado.
También estoy consciente de los resultados de investigaciones que cuestionan la
relación causal entre la implementación del sistema de gestión y las mejoras en
el desempeño organizacional.
Pero, apartando esto, ¿es la ISO 26000 una candidata
adecuada para convertirse en una norma de sistema de gestión? Desde un sentido práctico, mi respuesta es
no. La ausencia de requisitos en la norma ISO 26000 significa que es
imposible para una organización ser certificada contra ella, ya que no puede
establecerse la conformidad. Más
importante aún, desde una perspectiva de 'valor agregado', para mí es aún un NO
mayor. Simplemente, es demasiado pronto tanto en la vida de esta norma como en las
ideas o formas de pensar, que todavía están evolucionando en torno la
responsabilidad social y el desarrollo sostenible, para iniciar el “encajonamiento”
en requisitos para "gestionar" la responsabilidad social, con el fin de lograr el desarrollo sostenible.
Como Adrian Henriques señala en su revisión de la Norma ISO 26000 y el desarrollo
sostenible, "No está claro si, en caso de que la ISO 26000 hubiera sido
una norma de sistema de gestión, esto habría conducido a una mayor
responsabilidad social y mejores resultados del desarrollo sostenible. (2)
Tratar de reformular la intención de
la ISO 26000 como el manejo de un ejercicio de “marcar la casilla” es
estrangularla, tanto desde el punto de vista de permitir un mayor desarrollo
material de sus fundamentos, como de permitir a las organizaciones interpretar
y aplicar su contenido a su propio y único contexto.
Una forma segura de acabar con la intención y el potencial de la ISO 26000 es certificar contra ella
Durante los últimos 25 años, parece que hemos sido
víctimas de una mentalidad que dice que a menos que podamos captar el
pensamiento actual, los nuevos conceptos y mejores prácticas como requisitos
explícitos de gestión, y luego de forma independiente determinar el
cumplimiento de esos requisitos, el enfoque carece de legitimidad entre los
usuarios y de valor en el mercado. Parece
que nos sentimos incómodos con la impresión de que las normas pueden ser estímulos
para la innovación en lugar de ser utilizadas únicamente como un medio de consolidar los
enfoques y prácticas aceptados actualmente. Estoy plenamente consciente de que
existe una demanda del mercado para un equivalente certificable de la ISO
26000, pero demandando algo, esto no se legitima.
En los años 90, la demanda del Mercado de ISO 9000 fue conducida tanto
por los departamentos corporativos de mercadeo y las salas de juntas esperando
la “insignia ISO 9000” ’ como por los Gerentes esperando mejorar sus sistemas
de gestión de la calidad. De repente, un proceso para mejorar la gestión
de un activo, como la calidad, estaba siendo mal utilizada como una etiqueta
de certificación de productos o para afirmar que la propia empresa era una
"organización de calidad”. Las partes interesadas, como los
compradores e inversionistas fueron engañados en muchos casos o se equivocaban acerca de cómo interpretar la certificación
ISO 9000. Muchos 'certificadores' saltaron rápidamente al tren para conseguir
un trozo de un pastel de "certificación" de calidad, muy grande y
lucrativo, que no sólo añade poco valor a la ISO 9000, sino que probablemente
degrada su valor real, a los ojos de muchos usuarios.
¿Deberíamos arriesgamos ahora a repetir veinte años más tarde ese mismo
escenario con la ISO 26000? ¿Qué haría
el mercado con una certificación ISO 26000?
¿Creería una compañía que se certificó con la norma que ha cumplido con
todos los requisitos de una organización socialmente responsable y sostenible? ¿Creerían igual los clientes, inversionistas y reguladores que la certificación ISO 26000 equivale a una entidad con un alto desempeño, con mejores prácticas, confiable que no
causaría ningún daño?, ¿Qué deberían hacer
los departamentos corporativos de
mercadotecnia y comunicaciones para "empaquetar " y "banalizar"
la certificación ISO 26000, como hicieron hábilmente con la certificación de
ISO 9000 hace dos décadas?
Sobre todo, qué haría la sociedad en general de algo
que dice a las empresas "has cumplido todos los requisitos de la
responsabilidad social, estás certificado - por lo tanto siéntete bien, deja de
tratar y enfoca tus energías ahora en algo más importante...". En cierta medida el desgaste de la ISO 26000 por la "certificación" ya
ha comenzado, a pesar de que la ISO y otros han dejado claro cuál es su
posición para la certificación según esta norma. Los certificadores y
consultores pueden inventar un montón de cosas, y sin duda presionarán en gran
parte para la certificación, como una fuente de ingresos. Aunque la ISO 26000 permanece en el ámbito de Guía (orientación),
se espera ver los certificados en algunas paredes de empresas afirmando que están ahora certificadas como "campeones sociales" o
"líderes en sostenibilidad”.
La revisión de la ISO 26000 es mucho más importante
de lo que le podría pasar a la propia norma. Hazlo bien y los beneficios de una
norma innovadora, en constante evolución y de soporte continuarán. Hazlo mal y podríamos
no sólo asesinar algo que todavía no ha ofrecido todo su potencial, sino hacer un daño significativamente mayor para la
credibilidad y la legitimidad de lo que significa para una organización ser socialmente
responsable.
[1] La ISO 26000 va más allá de los temas sociales,
trata además con responsabilidades ambientales,
de gobernanza y económicos - es decir, un comportamiento sostenible en
términos más generales.
[2] ISO 26000 y desarrollo sostenible. ¿Normas para
cambiar? Adrian Henriques – 2012