El tema de la Responsabilidad Social (RSE. RS o RSC) como lo quieran llamar, ha sido
cuestionado recientemente, unos han dicho que está dormida, desviada, otros que
está agotada (entre ellos yo), otros que hay que crear más leyes en la materia,
otros que hay que resetearla o repensarla.
Los optimistas, como
por ejemplo, Juan José Almagro en una oportunidad nos hablaba del Renacer
de la RSE, y en otra de la
primavera de la RSE.
Los críticos
(porque no creo que haya pesimistas en este tema, sino personas que creen en la
RSE pero que están o estamos desencantadas y a la vez esperanzadas en un
cambio), dicen estar decepcionados (como el Diputado
Jáuregui), otros que
esta adormecida (como Carmen Martí).
Los dramáticos
como Rosa Alonso, con “Esto
de la RSE explotará”. o Xavier Agullò quien expresó recientemente: “Con el tiempo pues he llegado a una única conclusión: la RSC
ha muerto”.
El escéptico
como Jordi Jauma, Director de Diario Responsable, quien irónicamente
nos dice: “A la RSE le pasa como a la Religión católica. Muchos bautizados pero
pocos practicantes reales”.
O los súper críticos
como Antonio Vives con su “Mirada crítica a la Responsabilidad Social en Iberoamérica,
quien por una parte nos habla del progreso que ha tenido la RSE, en su
artículo, ¿De
quién es la culpa que la RSE este dónde está?, y
por otra, cita en su reciente artículo (07/12/2014): : La
RSE en América Latina
“La verdadera RSE se distorsiona y se adapta en
función del entorno en que la empresa actúa”.
Todos estos
artículos de interés generaron una matriz de opinión en twitter y redes
sociales, animándome a convertirlo en punto de debate en el #RSEchat, del pasado miércoles 10 de diciembre, titulado: ¿Se
agotó la RSE?
En esta oportunidad, tuvimos como invitado especial a Juan José Almagro quien desde finales de abril del año pasado es presidente de
DIRSE, la Asociación Española de Directivos de la RSE y vicepresidente
de Unicef España.
Contamos con una nutrida asistencia de expertos, amantes y curiosos de la responsabilidad social de diferentes países tales como: Argentina, Chile, Colombia, España, México, Perú, y Venezuela. En esta oportunidad con nuevos miembros al RSEchat y con aportes valiosísimos.
Contamos con una nutrida asistencia de expertos, amantes y curiosos de la responsabilidad social de diferentes países tales como: Argentina, Chile, Colombia, España, México, Perú, y Venezuela. En esta oportunidad con nuevos miembros al RSEchat y con aportes valiosísimos.
Durante
el #RSEchat surgieron una serie de inquietudes, entre las cuales podemos resumir:
·
Nuestros
esfuerzos de RSE deben estar sustentados en la confianza, credibilidad
y transparencia, pero no todos lo entienden así. La confianza se gana
trabajando con excelencia y con gran apertura al diálogo con grupos de interés.
Para ello el diálogo multistakeholder es
vital para conocer las perspectivas de todos estos colectivos, y así
ponerlas en marcha
·
Hay que volver a
la exigibilidad y abjurar de la voluntariedad. La RS es un derecho y como tantos otros puede ser
demandado con energía
·
Debe retomarse RSE como una fuerza motivadora de cambios, de integración y
sinergias para alcanzar las metas del desarrollo sostenible
·
Los valores, son
deberes morales y no son exigibles. Demandar RSE es algo
imperativo y necesario. Al no entenderse que ética y valores son indispensables se nos presenta el divorcio que hoy vemos
entre palabras y acción...Muchos se dicen comprometidos con los cambios RSE, pero tal
compromiso no pasa de ser una simple declaración de buena voluntad
·
A veces se espera que las
organizaciones cambien y se olvida que son las personas las que deben cambiar
Los ciudadanos están cansados de palabras bonitas. La corrupción y otras han
puesto en primera línea la RSE,
no obstante más que la corrupción, es la
sensación de que muchas empresas, y muchos ciudadanos, no han sido coherentes
·
Quizás una de
las razones de la decepción con la RSE, es la brecha que existe entre lo que se
hace y lo que se dice que se hace,
contrario a lo que decía Seneca: di lo que debes y haz lo que dices. Ese es el paradigma olvidado de la coherencia
y en vez de decir lo que conviene y hacer lo que se quiere. Hay que emular a Séneca
·
La RSE
para las empresas debería no sólo estar incluida en su estrategia, sino formar
parte de su propósito empresarial. No es hora de buenas prácticas de RSE ,
es hora de modelos de negocio, de cultura empresarial, de cotidianeidad
responsable
·
La RSE no
está agotada, puede que cansada porque, como escribe Ángel González,
seguramente” nos hicimos” demasiadas ilusiones. La RSE no
se agota si se fijan metas más
manejables, más realistas y menos remotas para que los stakeholders se vean
reflejados
·
Más que cansada la RSE la
sienten algunos 'desviada'. Muchos indicadores, nuevos 'expertos' y pocas metas
'concretas'. Hay un punto en el cual,
los indicadores se convierten en desviadores y lo que necesitamos es más
acción directa y contundente en RSE
·
La RSE no está
agotada, “hemos” agotado los tópicos. Ahora toca poner los pies en la tierra y
trabajar en la renovación de los procesos
·
Hay que repensar
la RSE para ello se debe articular,
construcción colectiva, escucha activa, transparencia, reconocer errores,
remediar y comunicar mejor. No es nada de lo no se haya ya planteado, pero hay
que aterrizarlo. Ser responsable es
hacerse cargo de las acciones. La duda es si hace falta dar nombre a algo para
que tenga entidad cuando abarca tanto y que cada uno de sus componentes ya
tiene nombre
·
Sin duda todos”
nos equivocamos”, reconocerlo y remediarlo es aprendizaje que también hace a RSE. Hay que repensar la RSE y para ello hay que aprender de experiencias, considerar los contextos, y los cambios sociales y no tratar
de reinventar la rueda, es un tema de formación y conciencia
·
Otro gran
problema es aún el conocimiento: ¿cómo va a reclamar el ciudadano algo que no
sabe ni lo que es? Cansada no se sabe...pero oculta sí. De nada vale imponer, sino se divulgan los beneficios
de ser responsables.
·
La RSE está más
bien pérdida entre teóricos y demagogos.
Son más hablando de ella que
entidades practicando. Es un mal común. Definitivamente es hora de acción, de
sumar para crecer... es hora de hacer
·
Con más acción y
menos análisis podemos crear una responsabilidad social más activa. Lo bueno se
contagia y el ejemplo enseña. Muchos de los problemas de la RSE están en la mala comprensión de los
conceptos, la comunicación y accionar poco ético de algunos de sus promotores.
Todo lo anterior
nos indica que: esté dormida, aletargada, en reposo,
anestesiada o en penitencia o lo que
sea, hay que hacer algo para rescatar el significado de la RSE, y ese algo
depende de nosotros, cuando digo nosotros, no solo me refiero a ustedes y a mí,
me refiero a todos aquellos que de una u
otra forma tenemos un rol en el tema, bien sea como consumidores, como
empresarios, como consultores, proveedores, clientes o simples ciudadanos.
Y termino con lo dicho por Almagro, “debemos ser capaces de resetearnos y de resetear las empresas y las
instituciones. Sin RS no hay futuro”
Ing. Perla Puterman S.
@FRSIberoamerica