miércoles, 17 de diciembre de 2014

Rescatemos la RS

El tema de la Responsabilidad Social (RSE. RS o RSC) como lo quieran llamar, ha sido cuestionado recientemente, unos han dicho que está dormida, desviada, otros que está agotada (entre ellos yo), otros que hay que crear más leyes en la materia, otros que hay que resetearla o repensarla.

Los optimistas, como por ejemplo, Juan José Almagro en una oportunidad nos hablaba del Renacer de la RSE, y en otra de la primavera de la RSE.
Los críticos (porque no creo que haya pesimistas en este tema, sino personas que creen en la RSE pero que están o estamos desencantadas y a la vez esperanzadas en un cambio), dicen estar decepcionados (como el Diputado Jáuregui), otros que esta adormecida (como Carmen Martí).
Los dramáticos como Rosa Alonso, con Esto de la RSE explotará”. o Xavier Agullò quien expresó recientemente: “Con el tiempo pues he llegado a una única conclusión: la RSC ha muerto”. 

El escéptico como Jordi Jauma,  Director de Diario Responsable, quien irónicamente nos dice: “A la RSE le pasa como a la Religión católica. Muchos bautizados pero pocos practicantes reales”.
O los súper críticos como Antonio Vives con su “Mirada crítica a la Responsabilidad Social en Iberoamérica, quien por una parte nos habla del progreso que ha tenido la RSE, en su artículo, ¿De quién es la culpa que la RSE este dónde está?,  y por otra, cita en su reciente artículo (07/12/2014): : La RSE en América Latina

 “La verdadera RSE se distorsiona y se adapta en función del entorno en que la empresa actúa”.
Todos estos artículos de interés generaron una matriz de opinión en twitter y redes sociales, animándome a convertirlo en punto de debate en el #RSEchat, del pasado miércoles 10 de diciembre, titulado: ¿Se agotó la RSE?
En esta oportunidad, tuvimos como invitado especial  a Juan José Almagro quien desde finales de abril del año pasado es presidente de DIRSE, la Asociación Española de Directivos de la RSE y vicepresidente de Unicef España.

Contamos con una nutrida asistencia de expertos, amantes  y curiosos de la responsabilidad  social de diferentes países tales como: Argentina, Chile, Colombia, España, México, Perú, y Venezuela.  En esta oportunidad con nuevos miembros al RSEchat y con aportes valiosísimos.

Durante el #RSEchat surgieron una serie de inquietudes, entre las cuales podemos resumir:

·         Nuestros esfuerzos  de  RSE deben estar sustentados en la confianza, credibilidad y transparencia, pero no todos lo entienden así. La confianza se gana trabajando con excelencia y con gran apertura al diálogo con grupos de interés.  Para ello el diálogo multistakeholder es vital para conocer las perspectivas de todos estos colectivos, y así ponerlas  en marcha
·         Hay que volver a la exigibilidad y abjurar de la voluntariedad. La RS es un  derecho y como tantos otros puede ser demandado con energía
·         Debe retomarse RSE como una fuerza motivadora de cambios, de integración y sinergias para alcanzar las metas del desarrollo sostenible
·         Los valores, son deberes morales y no son exigibles. Demandar RSE es algo imperativo y necesario. Al no entenderse que ética y valores son indispensables se nos presenta el divorcio que hoy vemos entre palabras y acción...Muchos se dicen comprometidos con los cambios RSE, pero tal compromiso no pasa de ser una simple declaración de buena voluntad
·         A veces se espera que las organizaciones cambien y se olvida que son las personas las que deben cambiar Los ciudadanos están cansados de palabras bonitas. La corrupción y otras han puesto en primera línea la RSE, no obstante más que la corrupción,  es la sensación de que muchas empresas, y muchos ciudadanos, no han  sido coherentes
·         Quizás una de las razones de la decepción con la RSE, es la brecha que existe entre lo que se hace  y lo que se dice que se hace, contrario a lo que decía Seneca: di lo que debes y haz lo que dices.  Ese es el paradigma olvidado de la coherencia y en vez de decir lo que conviene y hacer lo que se quiere. Hay que emular a Séneca
·         La RSE para las empresas debería no sólo estar incluida en su estrategia, sino formar parte de su propósito empresarial. No es hora de buenas prácticas de RSE , es hora de modelos de negocio, de cultura empresarial, de cotidianeidad responsable
·         La RSE no está agotada, puede que cansada porque, como escribe Ángel González, seguramente” nos hicimos” demasiadas ilusiones. La RSE no se agota si se fijan  metas más manejables, más realistas y menos remotas para que los stakeholders se vean reflejados
·         Más que cansada la RSE la sienten algunos 'desviada'. Muchos indicadores, nuevos 'expertos' y pocas metas 'concretas'. Hay un punto en el cual,  los indicadores se convierten en desviadores y lo que necesitamos es más acción directa y contundente en RSE
·         La RSE no está agotada, “hemos” agotado los tópicos. Ahora toca poner los pies en la tierra y trabajar en la renovación de los procesos
·         Hay que repensar la  RSE para ello se debe  articular, construcción colectiva, escucha activa, transparencia, reconocer errores, remediar y comunicar mejor. No es nada de lo no se haya ya planteado, pero hay que aterrizarlo.  Ser responsable es hacerse cargo de las acciones. La duda es si hace falta dar nombre a algo para que tenga entidad cuando abarca tanto y que cada uno de sus componentes ya tiene nombre
·         Sin duda todos” nos equivocamos”, reconocerlo y remediarlo es aprendizaje que también hace a RSE. Hay que repensar la RSE y para ello hay que aprender de experiencias, considerar los  contextos, y los cambios sociales y no tratar de reinventar la rueda, es un tema de formación y conciencia
·         Otro gran problema es aún el conocimiento: ¿cómo va a reclamar el ciudadano algo que no sabe ni lo que es? Cansada no se sabe...pero oculta sí. De nada  vale imponer, sino se divulgan los beneficios de ser responsables.
·         La RSE está más bien pérdida entre teóricos y demagogos.  Son  más hablando de ella que entidades practicando. Es un mal común. Definitivamente es hora de acción, de sumar para crecer... es hora de hacer
·         Con más acción y menos análisis podemos crear una responsabilidad social más activa. Lo bueno se contagia y el ejemplo enseña. Muchos de los problemas de la  RSE están en la mala comprensión de los conceptos, la comunicación y accionar poco ético de algunos de  sus promotores.

Todo lo anterior nos indica que: esté dormida, aletargada, en reposo, anestesiada o en  penitencia o lo que sea, hay que hacer algo para rescatar el significado de la RSE, y ese algo depende de nosotros, cuando digo nosotros, no solo me refiero a ustedes y a mí, me refiero a  todos aquellos que de una u otra forma tenemos un rol en el tema, bien sea como consumidores, como empresarios, como consultores, proveedores, clientes o simples ciudadanos.

Y termino con lo dicho por Almagro, “debemos ser capaces de resetearnos y de resetear las empresas y las instituciones. Sin RS no hay futuro”

Ing. Perla Puterman S.
@FRSIberoamerica